C4

De joven, Prometeo robó el fuego a los dioses para regalárselo a los humanos. Le costó caro, todavía tiene el hígado lleno de cicatrices. Pero de mayor ha perdido toda ilusión. Se ha puesto de acuerdo con los dioses - que han cambiado de nombre, pero son los mismos de siempre - y ha aceptado gestionar un supermercado. 

Marcello Cini, El Supermaket de Prometeo.

Ciencias - comunes - ciudades - comunidades

Seminario permanente de investigación colectiva sobre ciencias, tecnologías y transformación social

Nuestra especie ha completado, durante el último siglo, la instauración de su dominio sobre la materia inerte. Después de definir, entre los siglos XVII y XVIII, las grandes leyes universales que regulan sus propiedades a nivel macroscópico, hemos aprendido, con la identificación de sus constituyentes microscópicos, a transformarla en formas y agregados nuevos. Hemos logrado proyectar y construir un mundo artificial compuesto por sustancias, máquinas y aparatos diseñados para satisfacer nuestras crecientes necesidades, no sólo de bienes y herramientas materiales, sino de también de conocimiento y diversión.

Sin embargo, este proceso no ha involucrado de manera equilibrada, como se había ingenuamente esperado a principio del siglo XX, a toda la humanidad. El incremento de los valores medios de algunos parámetros de calidad de vida - de la renta a la edad media - ha ido de la mano de una drástica acentuación de las desigualdades económicas, tanto en términos de poblaciones como de sujetos políticos y sociales.

El siglo XXI, que se abrió con la publicación de la secuenciación definitiva del genoma humano,  se dispone a ser el siglo del dominio tecnocientifico sobre la vida y la mente. Mientras tanto, la tecnociencia es, a su vez, dominada por la lógica del capital: la producción de la ciencia está hoy completamente integrada dentro de la economía del conocimiento - derechos de autor, patentes, precarización laboral…-  y el mercado se presenta como el único instrumento para su socialización.

El fracaso del proyecto de emancipación representado por la ciencia moderna y su promesa de dominio tecnocientífico sobre la realidad física, vital y social cataliza el resurgir de dos reacciones diametralmente opuestas. Por un lado, hemos asistido al creciente rechazo de las prácticas científicas como prácticas de producción de conocimiento. Se llega a considerar que la ciencia no sirve de nada o es directamente dañina porque persigue los intereses antisociales de los “poderes fuertes”.

 

De la mano de esta convicción proliferan creencias “alternativas” basadas en el supuesto que, si nada es “Ciencia”, todo es ciencia (del llamado “magufismo” a las pseudo-ciencias).

Por otra parte, la reacción de parte de la comunidad científica y de diversos actores sociales ha consistido en la defensa ciega de un método científico idealizado, capaz de garantizar la bondad y la certidumbre absolutas de sus resultados ya que, supuestamente, no guardarían ninguna relación con el contexto social y económico en el que éstos se producen (cientificismo). 

Hay razones para creer que estas dinámicas expresan una profunda crisis en la relación entre ciencias y sociedad.

El seminario C-4 tratará de construir instrumentos para trazar una linea de fuga entre los polos del pesimismo obscurantista y del optimismo ingenuo. Nos dedicaremos a intentar conectar las tendencias tecnocientíficas con los movimientos de transformación social, política y cultural en curso. El objetivo será  impulsar un debate público informado sobre el conocimiento científico y, finalmente, la deliberación democrática acerca de la planificación científica. 

Asumir la no neutralidad de la ciencia en tanto que actividad humana implica una asunción de la responsabilidad de quien la practica. Responsabilidad ética y política que queremos construir en común.

Para hacerlo, nos dotaremos de diferentes formatos: charlas, debates, encuentros informales, producción de material textual y audiovisual, etc., con la intención de sembrar la semilla de una comunidad en la que el trabajo de quien se dedica a la investigación, sujeto aislado y precario en el mercado del conocimiento, pueda verse enredado con prácticas de transformación social, de innovación tecnológica abierta y de radicalización democrática.

De forma provisional, hemos imaginado que el campo de estudio del seminario se dividiría en 4 bloques temáticos:

La ciencia ha muerto, viva la ciencia. O de la crisis de la ciencia como institución.

Autopsia de Prometeo. O de la crisis que representan los múltiples cambios de paradigma que han ocurrido o están ocurriendo.

Abejas y arquitectos. O de la producción tecnocientifica dentro del capitalismo cognitivo.

Escenarios futuribles. Donde se dibujará el futuro de la producción científica en la ciudad post-capitalista.

Próximas Sesiones

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